martes, 19 de abril de 2011

Caminata II

(segunda parte)...


Mi lugar preferido, sí. No te cuento qué hago, qué recorro. Me lo guardo para mí. Pero no te alarmes ni te intrigues. No hago mucho. Sólo estoy. Sólo amo. Esos caminos. Ese olor. El rio. Que abandono con espina. Para continuar mi andanza. 
Me desprendo del puentecito. Me prendo a lo urbano. Hasta que llego, de nuevo, a la del libertador.  Freno en el gimnasio de Abel. Para ver  numerosos  Isasmendi. Que alegran la vereda. Pa los vagos hay chicanas. Futboleras y de cuernos.  Para ellas, sólo amor. (envasado en piropos ingeniosos). “¡Que no llueva!”, pienso. (El dilema entre mi panza y majestuosas tortafritas). 
Me doy la vuelta de la manzana. Sólo para posarme frente a la Iglesia. Me rechaza (por ideas).  Y en particular ésta del pueblo, lo hace por fachada. Lo único que me llama de una iglesia, lo arquitectónico. No lo encuentro.
Mejor rajo pal club. Pal Sportsman, pal esporman. Respiro historia, comunión de antaño.  Los años de los Álvarez. Remembranzas de las buenas. Un golazo de Ribero. Un cañito de Colguán. Coplita  al salitroso.  Si algún pibe hoy me lee, que se entere de la 86.  Es la mía. (Más orgulloso que vanidoso). Como quien dice “jugaban de memoria”. Méritos del Trucha. Y lo que dejó Carlitos Gómez. Más, eso de emotivo que contagiaba el Rafita Díaz. No me olvido de Pachacho, silencioso, acompañando. Mientras, me reflejo en ese viejo. Que entró a las bochas, a tomar el vermú. A charlar de la política, y del último partido. Cuando sale Mariano, encogido, a la puteadas. Descarga su soledad. Extrañando a su hermano Almendra.
¿Y la placita de los enamorados? Románticos fugitivos de Krakatoa. Y nostálgicos del amor y/o el chape: a olvidar. Es decir, a recordar. No a vivirlo. Había que continuar la calle. ¡Es que se han cagao en el plebiscito! No digo que no ha quedado hermosa. Pero aún me duele recordar. Que han cortado un brazo. Y con ello, un tercio de isla. Por eso es que me tuerzo y subo. Por la biblioteca andan unos pocos. Necesitados de cultura. No sólo un lindo festival de folclore. Integrar, contener, crecer, liberarse. Ideas y proyectos. Lo suplico. Por los pichones de mis pagos. Por las doñas del Maldonado. Y los viejos del Almafuerte. Y de paso, al "Espacio INCA" le paso. ¿Qué le paso? No más que... ¡El chivo!. Jugando a  musicalizar las oraciones pretéritas, los invito.¡Vayan al "Espacio INCA"!.
Lo saludo a mi amigo. Que lava la Toyota bordó. Dueña de kilómetros e historias. Y un poco más allá, Don Rabitti. ¿Qué, sino un sano chiste? Mientras gatos y más gatos. Mientras perros alimenta. En el viejo negocio. Todavía. Quedan pares de las “Flecha”.
Y decido tomar la principal. Apuntando al Maldonado. La Avellaneda. Que le da dinámica al poblado. Un hotel, que ya no es, una clínica es. Y se alternan los comercios. Clásicos (el del Chileno, o la casa del bebé). Novedosos y en ingles (“Mi Loft” o “Sweet Cockers”).  Una Isaura que fue Eg3, hoy es Petrobras.  Ya no robo manzanas en “La Zanahoria Loca”. Ni mi vieja saca copias en Hueltén (si que así se escribe).  Lo único que sí puedo hacer, por más que mi abdomen se propague, es comprar bizcochitos de grasa. “Panadería La Industrial, de Pepe Martinez” vende la radio Prisma. 

(Continuará...)

2 comentarios:

  1. qué lindo paseo mi amor! acá te despido yo con una manito en el aire y una sonrisa porque sé que vas a encontrarte con tu familia querida y con tus lugares tan tuyos! te mando un mail referido a este escrito, fijate. Te amo con el alma mi compañero sencillito y familiero!!!
    la lulu

    ResponderEliminar
  2. Que bueno amigo, te dejo un abrazo enorme y unas felices pascuas. me hace acordar a mi Riojita querida, al barrio y a cada personaje de ahi, abrazo gran amigo...

    ResponderEliminar

subjetividades