Agradecido
Terminó el escritor Mempo Giardinelli de dar una hermosa conferencia sobre la lengua, la lectura y su enseñanza.
Algunos cholulos lectores fuimos tímidos a pedir que nos firme un libro. Le dejamos algún que otro agradecimiento, algún aliento.
Vino un hombre encargado de la limpieza del salón y le dijo soy un privilegiado de trabajar acá, fue un gusto escucharlo señor. Mempo agradeció con una sonrisa y una palmada en la espalda.
Sospecho que la situación le disparó a Giardinelli pensamientos que en su rostro dibujaron una mueca gozosa. Inspiración tal vez, para escribir algo lindo esa noche.
Alcanzame
En Nueva Córdoba, ahí, donde van a parar masas de estudiantes provincianos y del interior de Córdoba, los sojeros se cansan de invertir. Se levantan edificios a más no poder. Las cloacas se amoldan como pueden, un día de estos van a estallar.
En una construcción, un obrero gritó desde los pisos altos ¡Eyyy! El de abajo no le respondía.
-¡Eeeyyy!!-
-¿¡Qué pasa che!?– Por fin respondió (con grito retribuido) el de abajo.
- ¡Alcanzame el cómsiiama!-
- Ahí va…
El de abajo agarró la soga con el gancho, enganchó y - con ayuda de poleas- le fue subiendo el cómo se llama.
El poder de la publicidad
Allá por 1992, en algún recreo del preescolar, Agustín y Francisco, se desafiaron a una luchita.
Agustín era flaquito, de estatura media. Eso le bastaba para creerse más poderoso que Francisco, que era el primero en la fila de la bandera.
Se desató el combate. Cada intento de Agustín por derribar al chiquitito quedaba neutralizado. Y de golpe, ¡pum! Una toma maestra y Agustín quedó volteado. Se incorporó, incrédulo, casi sorprendido, con ánimos de revancha. El enano lo volvió a voltear.
Se rindió el más alto. Reconoció la derrota.
- Qué fuerza que tenés…-
Francisco respondió:
- ¡Y…! ¡Porque como Zucaritas…! -
Fotografía de Eric Daiann Sosa Carrizo |
Los personajes de esta historia son reales, cualquier coincidencia con la realidad,es realidad.
ResponderEliminarUno de los protagonistas subió de peso y luce algo más fuertecito,el otro seguramente comparte las zucaritas con su pequeño.
MORALEJA:NUNCA TE METAS CON UN LEÓN.
verídicas I
ResponderEliminarQue bueno poder expresar lo que uno siente, sin pensarla demasiado, hermoso gesto de humildad y reciprocidad en los protagonistas.
Me gustaron mucho los tres textos.