Tuve que entrevistar a la vieja Devasilachis. Vieja concheta, por cierto. Que ni se sueñe que en algún momento la describiré como “señora” o “doctora”, para mí es “la vieja”. A propósito, “chota”.
Como no podía ser de otra manera, le tuve que hacer esa pregunta sobre lo que le pasó en la estación de trenes de París en 1993.
“Lo que me pasó en la estación de trenes de París, es tan cierto como que me llamo Renée Devasilachis, querido” me dijo la vieja chota. Qué asco me da esa gente rica, que se cree fina y superior. Me dijo “querido” como lo dice Marta Legran, con ese tono de vieja de mierda. Pero bue… yo estaba laburando y no podía hacer más que tirarle una sonrisa falsa, para que la vieja me siga contando la famosa historia de la estación de trenes de París.
Al fin y al cabo, escuchar esa historia es lo único que disfruté de aquella entrevista. Aunque también disfruté la seña de “chúpame un huevo” que le hice en el momentito en que la vieja Devasilachis se fue a la cocina a pedirle a su mucama (¿”mucama”? ¡Vieja careta!) un café irlandés con canela y no sé qué poronga más.
Lo que le sucedió en la estación de trenes la verdad que fue asombroso. Y aunque me dé bronca, debo admitir que le vieja lo contaba hermoso, con gracia y suspenso. Arrancó contándomelo así, textual:
-Para ser concreta, obviaré el fragmento de lo acontecido durante la presentación del perfume a la par de la torre “Eiffel”- La vieja estuvo lejos de pronunciar “IFÉL”, como lo hacemos todos… ¡Vos vieras cómo pronunció “Eiffel” la vieja exquisita del ocote! Una barbaridad...
Prosiguió, con ese tonito afrancesado y la camisa rosada más suave (y cara) que nunca vi - Porque, si bien el turbión que nos encontró desparaguados (LA VIEJA JUGABA CON EL LENGUAJE MEJOR QUE UN JAPONESITO CON LA CONSOLA DE VIDEO GAME) en el verde campo que asediaba la torre Eiffel, fue el detonante de la circunstancia ocurrida a posteriori… -hizo una pausa necesaria, la vieja sabía medir los tiempos a la perfección- lo que realmente importa y todos quieren escuchar de mi boca es lo que sucedió precisa y justamente a posteriori, en la estación de trenes de París - La vieja me miró, como diciéndome “estamos de acuerdo en eso, ¿no querido?”. Y yo como un reverendo pelotudo (tal vez, un tanto copado con la narración de ese vegetal oneroso), asentí. Asentí como un esclavo, para que la vieja me siga contando esa maravillosa historia en París. No sólo a mí, sino al resto de los sujetos mínimos que leerían la revista luego.
Asentí, sin poder decirle: “Escuchemé vieja distinguida. Emmm... no sé porqué mierda la respeto.Mejor te lo digo así: ¡escuchame! ¡escuchame vieja finoli! ¡Vieja cremosa! ¿Quién carajo te dijo que todo el mundo quiere escuchar esa historia trillada de morondanga? ¿Quién carajo te dijo que la quería escuchar de “TU” boca´? ¿Quién te crees que sos vieja fifí?”.
Capaz que asentí porque realmente la vieja contaba muy bien esa preciosa historia. Pero igual ¡me arrepiento tanto de haber asentido! Encima ésta vieja refinada, oligarca, eurocéntrica, civilizada, darwiniana, que se llama “Renée Devasilachis” (alias, VIEJA CONCHUDA) no dijo “París” como cualquier persona dice “París”. En vez decir “PARÍS” como lo decimos todos, como el “parís” del verbo “parir” que dice un partero, la vieja Devasilachis dijo algo así como “PAJGUÍS”.
Y yo estoy tomando aire, respirando lento, pero la verdad es que no doy más de calentura. Y si realmente quieren conocer esa bella historia de la estación de trenes de París, pregúntenle a esa vieja chota y aristocrática. ¿¿¿”PAJGUÍS”??? ¡Vieja forra!
jajaja Excelente.
ResponderEliminarBrutal mente ingenioso. Me sonó a la señora Legrand, o sea la grande. No podías llegarle a la cintura vos un pobre "reporter" (como diría ella)
ResponderEliminarPapi the black
jajja genial bebi!!! lulu
ResponderEliminarDiscupáte con la señora por tus groserías,si continuas por este camino no te será fácil vivir de entrevistas y de entrevistados,no llegarás a buen puerto.Reflexiona.
ResponderEliminartu madre
Nuestras disculpas en nombre del buen nombre de nuestra familia,señora Devasilachis.
si pedile perdon a la vieja estirada de mierda no seas desubicado agu
ResponderEliminarsilvia concheta! jaaaaa jaaaaaa
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