Es así...

…¡Es así!… ¿cómo te lo explico?  No se… por ejemplo… te relato lo que sucede con ella en los próximos 5 minutos, a ver si me entendés. Cinco minutos, controlemos.

Son las 12:06, esperá que la aguja  llegue a las 12:07 y empiezo a contarte. (…) Espera un poquito… ahí va eh… 56,57,58, 59, ¡YA!.

Ya viene en acción eh, ¡agarrate! En patas, es su forma... Pelo recogido, jogging un poco caído (la rayita nos espía). Está en la cocina. El tuco está en el fuego. Sus manos, pura harina. Amasa a full. Tal vez pan casero, tal vez unas pre-pizzas. ¡Pá mi que las dos cosas!, tiene esa capacidad, economiza las acciones. No es que sólo está amasando, acaba de prender el horno. Pero… no sé si me vas a entender…paralelamente, o sea, mientras sigue amasando, está pensando en su alumno, estoy seguro. Desde hace dos días que viene preocupada con eso. Después te cuento bien esa historia, porque se me va a pasar el tiempo y no me vas a entender. Es como muy pragmática. Te sigo contando, te sigo contando… Esta re preocupada, pobre. Es muy sensible y responsable.¡Ups!¡Pará bolú! ¡que se acordó de algo!¿De qué se acordó? ¿De qué se acordó?...a ver… Rajó para la pieza de mi hermanita.  La persigo, ni cuenta se da que estoy acá. Espera que me hago el boludo…Vuelve a la cocina, no sé que fue a hacer a la pieza de mi hermanita. Debe ser por lo de danza. O que el vestido, o que las entradas, o que los aros. La verdad, no sé. Ya está en la cocina de nuevo. ¡Epa! Ya dejó todo listo para que se eleve la masa, no me había percatado. Sí, cuatro bollos. Se lava las manos.  Carga la pava, cierra la canilla. ¿Qué hace? Ah, a regar las plantas de adentro. No sé en qué estará pensando, va a mil. Riega, riega. Vuelve a la cocina, deja la pava. Pal living… al teléfono. No se acuerda el número, busca en la agenda, ya está. Marcó. Ah, está hablando con la Julia, está coordinando para ir a la escuela. Se ve que era en eso que estaba pensando… en llamar a Julia. Cortó. Acá pasa, adelante mío, ni cuenta se da que la estoy mirando jeje. Volvió a la cocina. Levanta el repasador, mira la masa. Le falta, le falta. Emmm piensa, piensa. Esperá, esperá que me habla…se ve que sí me había visto.

“Aguuu, ¿sacaste el carnet?”

-¿Qué ma?.

- “Si sacaste el carnet ya…”

- No, todavía no. Voy mañana.

- “Bueno, ¡acordate hijo!”

-Bueno ma.

No sé si escuchaste. Me hizo acordar que tengo que sacar el carnet. ¿Cuánto va? Las doce y nueve…trece, catorce, quince segundos… ¡uh! ¡Ya pasaron más de dos minutos bolú! Sigo, sigo… Está lavando utensilios. Los pone a secar.  Se seca las manos. Levanta la tapa, a ver, a ver,¡ el tuco va viento en popa! Revuelve un poquito por las dudas. Ah, no te había contado, hay otra hornalla ocupada, está al mínimo. ¿Qué es? ¡Siii el dulce de duraznos! ¡Mortal! uh… tres minutos ya. Tatán, tatán. Mira la masa, emm, ya está lista parece, comienza a darle forma. Pucha! Que lástima que no la estás viendo. Porque está pensando. Mientras hace todo, piensa. Para mí que sigue pensando en lo del alumno, o sino en mi viejo, o en nosotros, o en mis abuelos, o mis tíos. No se… Ya está, dos panes con linda forma. Y le quedan dos bollos. A ver… a ver qué hace… eeeeh… ¡pre-pizzas! Acerté.  Sí me parecía, estaba haciendo las dos cosas. Rapidito, rapidito, bien bajitas. ¡Uy,  esta noche salen pizzas! ¡Que riiico! No sabés que ricas las hace. Bien chatitas… ¡al horno! ¿Ves? ¡En un toque hizo eso! No sé cómo hace. Cuando estén listas las pre-pizzas, seguramente las va guardar en el freezer. Sí, está hasta a las manos, pobre freezer. Los panes irán al horno luego calculo. Levanta la tapa, revisa el tuco, apaga la hornalla...listo el tuco! Ahora está cargando la olla. Es el agua para los fideos. ¡Epa! Tararea… jaja… no te había dicho, está escuchando música, siempre tararea. Los redondos, jaja tararea “mariposa Pontiac”. Mientras piensa ¿no? O sea, piensa mientras hace. Improvisa un poco el estribillo. Cuatro minutos ya van. Se va de la cocina. Esperame que la persigo. Pasillo… a su pieza, abre el cajón, saca una bombacha. Saca un jean y una remera. Los tira sobre su cama. Descuelga el guardapolvo, lo mira. Sigue tarareando. Parece que tiene una mancha. Upa! Al baño…abrió la canilla, jaboncito, agüita, refriega, refriega, chau manchita. Tiende el gurdapolvo.  A la una se va a la escuela. Vuelve a la pieza. Sacó un tallón, la bata también. Al baño. Cuatro y medio ¿ya? Ahora se va a bañar. En menos de dos minutos, seguro… Pero no es que se relaja ¿entendés? Esos dos minutos los va a exprimir al máximo, para ver si resuelve algo de lo de su alumno, no se…. es muy humana, muy solidaria. A las 6 y media se va a yoga encima, así que debe estar pensando…prendió la ducha… debe estar pensando qué  hacer  en el ratito que le queda libre a la vuelta de la escuela. Yo la voy a esperar con unos mates, pobre. Uy espera que grita.

-¿Qué ma?

- “Avisale al Nico que vaya a comprar pan y queso rallado”

-bueno ma.

-“Ah, agu…”

-¿Qué ma?

- “Enseguida viene papi, ayudalo a bajar las bolsas”

- Bueno.

No se si escuchaste. Quiere que le avise al Nico que vaya a comprar queso rallado y pan. Y que esté atento para cuando llegue mi viejo. Para que lo ayude a bajar las bolsas del súper. ¡¿Las doce y doce ya?!  Ya pasaron los 5 minutos, ¿viste todo lo que hizo? Y eso que no la ves pensar. Porque mientras hace, piensa. ¿Me entendés? No sé si me entendés.  Si,  muy pero muuuuy intensa.  Igual no me entendés, porque esos fueron tan sólo cinco minutos de tooooda una vida.  Espera, espera que me habla. Si, desde la ducha.

-¿Qué ma?

-“Ponele sal al agua”

 -Bueno ma.